Las mujeres en la sociedad actual son ejemplo de una gran fortaleza; ser mujer ciertamente no es fácil debido a la discriminación que existe. Sin embargo, es igualmente capaz que el hombre de realizar todas las cosas que se proponga.
Hombres, ¿cuántas veces una mujer los ha perseguido por la calle a altas horas de la noche y sintieron miedo? ¿Cuántas veces una desconocida les cerró el paso pidiéndoles forzosamente dinero? ¿Cuántas veces tuvieron que cruzarse la calle porque un grupo de mujeres al acecho no dejaba de silbarles? ¿Cuántas veces desconfiaron de sus capacidades solo por ser hombres? Lastimosamente las mujeres estamos expuestas a este tipo de situaciones todos los días. Y esta problemática solo se puede erradicar logrando la igualdad de género.
Hoy en día la mujer tiene mayor participación, mayor progreso y por ende un mayor impacto en nuestra sociedad. Sin embargo, el 90 por ciento de las mujeres tiene una responsabilidad extra: el trabajo no remunerado de cuidados que prestan a otras personas. Las mujeres dedican entre una y tres horas más que los hombres a las labores domésticas; entre dos y diez veces más horas diarias al cuidado de hijos e hijas, personas mayores y enfermas; y entre una y cuatro horas diarias menos a actividades dentro del mercado laboral formal. Por ejemplo, el 25 por ciento de las mujeres informa que las responsabilidades de cuidados y otras tareas de índole familiar y personal son la razón de su ausencia en la fuerza de trabajo, en comparación con el 3 por ciento de los hombres. Esto tiene un efecto directo en la falta de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo.
El trabajo no remunerado del hogar continúa a cargo, principalmente, de las mujeres y es importante reconocer que estas actividades cotidianas implican un aporte fundamental en el desarrollo sostenible de nuestra sociedad. Una mujer no debe obtener menos que un hombre por su trabajo. Podemos pensar que el trabajo no remunerado no es absorbido por el sistema económico, sin embargo, la Dirección General de Estadística y Censo (DIGESTYC) dio a conocer cifras sobre la participación laboral de las mujeres salvadoreñas y reveló que en 2013 las labores domésticas que realizaron fueron equivalentes a 15.5 por ciento del Producto Interno Bruto nacional (PIB).
Cualquier persona debe ser valorada por su aporte, los hombres y mujeres deben contar con las mismas oportunidades de desarrollo. ¿Cómo lograrlo? Implementando proyectos de inclusión social que fomenten la educación de las niñas y logrando el aumento de las tasas de alfabetización de las mujeres.
Brindar oportunidades para ampliar la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo y el fortalecimiento de las políticas laborales tanto del sector formal e informal. Mejorar el acceso de las mujeres a créditos y otros recursos. Promover la participación y los derechos políticos de las mujeres. Y, lo más importante, ejecutar programas de salud reproductiva y promover las políticas de apoyo a la familia.
Las mujeres en la sociedad actual son ejemplo de una gran fortaleza; ser mujer ciertamente no es fácil debido a la discriminación que existe. Sin embargo, la mujer es igualmente capaz que el hombre de realizar todas las cosas que se proponga.
Mujer, tu aporte es fundamental para la sociedad.
Cortesía: http://mediolleno.com.sv/ayudando/mujer-tu-aporte-es-fundamental-para-la-sociedad/ Vanessa Cruz