Todos los seres humanos estamos dotados de un poder interior capaz de cambiar muchos aspectos de nuestra vida, pero no tenemos casi la posibilidad de controlar lo que sucede afuera por lo cual la mayoría de veces terminamos frustrados cada vez que lo intentamos.
En nuestro alrededor suceden muchos acontecimientos desagradables, muchas veces porque nosotros mismos los provocamos por la imprudencia y que cada vez se vuelven incontrolables.
Lo que mas podemos hacer para no nos afecten internamente es hacer un cambio contínuo y crecer como personas. Empezar por controlar nuestro interior desde nuestros deseos y emociones haciendo un equilibrio en la forma de pensar, sentir y hacer.
En la medida que nos conocemos mas hacemos limitaciones y recordamos que podemos poseer mayores grados de felicidad con solo controlar el interior. Recibimos y aceptamos lo inesperado sin reaccionar con violencia y enojo.
Cuando accedemos a bajar el nivel de nuestras pulsaciones y disminuimos el ritmo, lo que ocurre a nuestro alrededor puede ser leído mejor, así podremos transitar por la vida con un espíritu de quietud y tranquilidad.