(ELENA SEVILLA) El viento y el frío son agentes externos que pueden provocar deshidratación, lo que conduce a lucir una piel marchita con resequedad extrema. Ademas es importante tomar en cuenta que existen otros factores nocivos para la piel, entre ellos la contaminación del aire; lo cual puede acelerar el envejecimiento de la piel.
Para prevenir los problemas causados por el viento y el frío, lo mejor es preparar la piel con anticipación, manteniendo la piel hidratada con cremas y con la debida higiene, tanto de día como de noche. Recordemos tambien del uso del protector solar.
La piel se prepara tambien practicando hábitos alimenticios que contengan mucha fruta y vegetales ricos en antioxidantes que estimulen la producción de colágeno.
Y por último no olviden tomar mucha agua.