Cada historia, cada recuerdo, cada anécdota de nuestra vida tiene una carga emocional y es que no hay nada mas gratificante que sentir esa euforia o rabieta que nos haga sentir mas vivos que nunca, lo cual esto puede llevarnos a descontrolar el comportamiento de la persona.
Vivimos en una época donde nos ofendemos por cualquier cosa, no hay sentido del humor y eso desencadena una serie de disgustos, peleas y rupturas entre amigos o familiares. Las emociones no se pueden cambiar, pero cada uno tiene el poder de controlar sus propias emociones, aunque hay situaciones bastantes fuertes que generan emociones negativas y lo ideal es aprender a evitar esos encuentros.
Una técnica que recomiendan los psicólogos que en realidad es super sencilla y ha dado sorprendentes resultados es practicar la respiración profunda todos los días; la respiración permite que el cerebro funcione mejor, oxigena el organismo y relaja.
Si se logra controlar las emociones propias y tolerar las ajenas existe mas probabilidades que vayamos por buen camino siempre en busca de conseguir una vida mas práctica y pacífica.