(ELENA SEVILLA) Costa Rica es uno de los países con índices de sobrepeso más preocupantes, con un promedio del 60% de incidencia en adultos, mientras que un tercio de los niños mayores de seis años ya sufre este problema.
El sobrepeso y la obesidad se han convertido en una verdadera pandemia para los centroamericanos, quienes en pocas décadas han visto crecer los índices en sus poblaciones. Costa Rica es el país con mayor afectación, donde dichas enfermedades han alcanzado a más del 60% de la población adulta.
De acuerdo con un informe dado a conocer por la organización Consumidores en Acción de Centroamérica y El Caribe (Consuacción) en todos los países, la prevalencia del sobrepeso entre las mujeres supera el 25% y la región registró en el 2016 (datos más recientes para todas las naciones) un millón de niños menores de cinco años afectados por esta problemática.
Precisamente, en todos los países centroamericanos esta condición es una de las principales causas de enfermedades crónicas no transmisibles, como el incremento de la diabetes y padecimientos cardiovasculares.
Según Roxana Salazar, de Consuacción, existe una serie de problemáticas sociales y económicas que se han convertido en los disparadores de sobrepeso y obesidad; pero también un enorme reto por la persistencia de índices de desnutrición infantil en casi todas las naciones de la región, excepto en Costa Rica.
Los problemas nutricionales de la población centroamericana están vinculados con el impacto negativo del cambio climático, la doble carga de enfermedades relacionadas con la mala nutrición, la falta de desarrollo rural integrado, condiciones de inequidad de género, una pobreza estructural persistente, el desempleo juvenil y el aumento del proceso de migración forzada. (Ver recuadro: “Detonantes”).
Definitivamente la pobreza es uno de los elementos de mayor impacto en las condiciones nutricionales de la región, con índices que varían entre el 20% y el 65%, como datos extremos.
Por ejemplo, en Costa Rica los índices de pobreza para el año 2017 se ubicaron en un 20% y el de pobreza extrema fue de 5,7%; mientras que en Honduras, en el 2016, las cifras del 65,7% y el 42,5%, respectivamente.
Guatemala suma cifras de pobreza del 59,3% y pobreza extrema del 23,4% en el año 2016 y Nicaragua del 24,9% y 6,9%.
“Coincidimos con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en que deben adoptarse medidas inmediatas para garantizar el derecho de toda persona a estar protegida contra el hambre y la malnutrición, con énfasis en la reducción de sobrepeso y obesidad para controlar las enfermedades no transmisibles; así como adoptar sistemas alimentarios sostenibles, que sean equitativos e inclusivos y que se fortalezca el trabajo de las organizaciones de consumidores para impulsar propuestas de cambio”, señaló Salazar.
El informe de Consuacción indica que es indispensable reducir el consumo de bebidas azucaradas, regular el consumo de productos no alimenticios en los centros escolares, crear un etiquetado de advertencia nutricional y regular la publicidad de alimentos no saludables, dirigidos a infantes y adolescentes.
Además, los países deben garantizar la disponibilidad, diversidad, acceso, consumo y producción de alimentos agroecológicos, protegiendo el medio ambiente e intensificando el uso de semillas nativas, con buenas prácticas agrícolas y de comercialización.
“Si las naciones cuentan con centros de acopio de alimentos saludables y facilitan el acceso a comida nutricionalmente adecuada e inocua se puede incidir fuertemente. Asimismo, buscar mecanismos de cooperación internacional solidaria para poner a disposición de los productores los recursos técnicos y financieros para crear sistemas alimentarios sostenibles”, detalló Salazar.
Costa Rica desborda la balanza
“En Costa Rica la situación de obesidad y sobrepeso es seria y preocupante, los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Nutrición demostraron que el sobrepeso en mujeres es del 64% y en hombres del 62,4%, y entre más edad tiene la gente más kilos suma a su vida”, explicó a UNIVERSIDAD Cecilia Gamboa, del departamento de Planificación Estratégica de la Salud del Ministerio de Salud.
En las personas mayores de 45 años el dato de incidencia de sobrepeso y obesidad se incrementa al 75%, y definitivamente se ha convertido en un problema de salud pública, porque en el año 1982 las personas con esta condición sumaban el 22%; es decir, casi se triplicó en estos años. Adicionalmente, tres de cada diez niños escolares, de 6 a 12 años, tienen este problema.
Para Norma Meza, presidenta del Colegio de Profesionales en Nutrición, la población costarricense tiene una gran tendencia a aumentar de peso y se presenta con una prevalencia similar en todas las provincias y grupos etarios.
“Lo que hemos visto es que hay un cambio radical en dos vías, uno relacionado con los hábitos alimentarios, antes era mayor el consumo de frutas, vegetales, picadillos, ensaladas, frijoles (que son altos en fibra y fuente de proteína) y hoy es usual que la gente coma más alimentos ultraprocesados, altos en grasa, azúcar y sodio. Las loncheras de los niños van cargadas de alimentos poco saludables, como jugos, galletas y poca agua”, detalló Meza.
Por otra parte, hay un cambio en la actividad física, los niños y adolescentes antes salían a jugar a los barrios o parques, a andar en bicicleta o patines; en la actualidad se la pasan frente al televisor, los videojuegos o aparatos electrónicos.
Urge atención de menores
En el caso de Costa Rica la prevalencia de obesidad y sobrepeso también marca a los niños, y es que de los menores en edad escolar (de 6 a 12 años) un 34% está por encima de la línea de peso y en menores de cinco años la cifra es de 7%.
Esta realidad contrasta fuertemente con la de otras naciones hermanas, en las que la problemática de los niños está más relacionada con la desnutrición. Por ejemplo, en Guatemala, Honduras, Nicaragua y El Salvador hay altísimos porcentajes de la población de menores con bajo peso.
El estudio de Consuacción evidenció que en Guatemala el 46,5% de los niños se encuentran en estado de desnutrición; es decir, un total de 927.000 menores; en Honduras son 220.000 menores, cifra que representan el 22,6%.
En Panamá la cifra alcanza el 19,1% (68.000); mientras que en Nicaragua el dato es del 17,3%, que suma 108.000 niños; y en El Salvador son 79.000 infantes, lo cual representa un 13,6%.
En Costa Rica la lucha contra la desnutrición ha sido ganada desde hace años, y solamente contabiliza un 2% de la población infantil menor de cinco años que se encuentra por debajo de la línea de peso.
Pero al revertir su realidad, ha inclinado la balanza hacia costumbres alimenticias que propician el incremento de peso de forma poco saludable, que lleva a los niños a luchar contra los kilos de más.
“Tenemos un 7% de la población de niños menores de cinco años con sobrepeso y los datos del Censo Escolar del 2016 nos evidenció que el 34% de niños de 7 a 12 años ya tienen sobrepeso. Es un dato muy alarmante pues para el año 2008 la cifra era del 21% y en edad colegial de 13 a 17 años, las cifras nos muestran que el 21% tiene sobrepeso y el 9,8% obesidad”, detalló Cecilia Gamboa del Ministerio de Salud.
Recientemente, Costa Rica dio a conocer la Encuesta Colegial de Vigilancia Nutricional y Actividad Física, en la cual se mostró que el 66,3% de los adolescentes tienen un peso normal, mientras que el 1,7% muestra desnutrición, pero un 21,1% muestra sobrepeso y un 9,8% obesidad.
El estudio reflejó que los hábitos con el consumo diario de agua un 67,5% toman entre 1 y 4 vasos y solo el 28% consume más de cinco vasos al día. Mientras tanto un 20% indicó consumir bebidas con azúcar agregada dos o tres veces a la semana, incrementado las posibilidades de sufrir enfermedades no transmisibles en la etapa adulta.
“La mayoría de la población hace los tres tiempos de comida, un 76,4%, pero el desayuno en una menor proporción, ya que una tercera parte de los adolescentes nunca desayuna y un 26,4% solo come frutas una vez por semana”, señaló Rodrigo Marín de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud.
Acciones pendientes
Norma Meza del Colegio de Profesionales en Nutrición indicó que en el caso de los infantes las complicaciones se están haciendo cada vez más evidentes, incluso ya hay menores con presión arterial alta, con diabetes de adultos y otros padecimientos.
En su criterio, hay un serio problema en los comedores escolares, pues no hay profesionales en nutrición y aunque el Ministerio de Educación Pública hizo una serie de manuales y cambios en los menús, no existe la capacitación del personal ni hay una verdadera vigilancia de lo que se está sirviendo.
Además, hay una gran inequidad en los servicios nutricionales a través de la CCSS, porque solamente algunas poblaciones son atendidas en los centros de salud. “Solamente 40 de las 120 áreas de salud del país tienen el servicio”.
Detonantes
En Centroamérica los detonantes que inciden en los problemas nutricionales de la población están relacionados con:
- Pobreza y acceso a alimentos: esto afecta más a unos países que a otros, pero sobre todo hay diferencias entre el área rural y urbana.
- Modelo de producción agrícola dirigido a exportación: prioriza los monocultivos industriales orientados al mercado exterior, pese a que la agricultura familiar representa en promedio el 50% de la producción agrícola
- Impacto del cambio climático: en 2018 un total de 2,2 millones de personas en El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua perdieron sus cultivos por lluvias o sequías.
- Migración: está llevando a la desintegración del tejido social de las comunidades, despoblación rural y abandono de la agricultura campesina.
64,5% tasa de obesidad y sobrepeso de adultos en Costa Rica.
Costa Rica es el sexto país con más sobrepeso en América Latina. Semanariouniversidad
Fuente: FAO y Ministerio de Salud de Costa Rica.
