Si tan solo nos atrevieramos aunque sea por un instante a despojarnos mentalmente de todo lo que cargamos en nuestra espalda, empezando desde que nos levantamos por la mañana y pensar que somos lo que llevamos puesto de ropa para cada día, todo sería diferente desde nuestro interior.
Despertarse cada mañana y suponer que no tenemos nada, no tenemos bienes materiales, títulos o estudios y aún así emprender como si fuese un día distinto sin preocupaciones; todo sería mas tranquilo, mas liviano y menos estresante, pero puede mas la necesidad de apego por cosas que aunque sabemos que son importantes para nuestras vidas, nos dejamos envolver, que olvidamos darnos un espacio para estar a solas con uno mismo.
Para encontrar tu propia felicidad no tienes que buscar mucho afuera, ya que la verdadera felicidad proviene desde nuestro interior. Basta con que te tomes tu tiempo para descubrirlo, solo así de esa manera encontrarás plenitud en tu vida.
Les mando muchos besos y abrazos!!!
Elena